...y por eso es que lo sigue haciendo
Justo cuando me siento a escribir, aparece él. Da un par de vueltas a mi alrededor, sigiloso, de forma que no lo noto hasta que ya es muy tarde. Exactamente, cuando estoy más concentrada. Entonces salta hacia mí, desde el suelo, se eleva como una mancha blanca y peluda hasta posarse en mi falda. En el camino, vuelan cables, vasos de vidrio y todo objeto que pueda estar a su alcance. Luego me mira y ronronea. Al instante, ya lo he perdonado.
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Las palabras de este mes: forma, exactamente, justo.
Micro para el reto Cinco líneas de Adella Brac del mes de julio. Estoy tan cansada que mi cerebro sacó anécdota felina de todos los días.
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Las palabras de este mes: forma, exactamente, justo.
Micro para el reto Cinco líneas de Adella Brac del mes de julio. Estoy tan cansada que mi cerebro sacó anécdota felina de todos los días.
¡Gracias a Adella por la medalla de plata! Está preciosa, la he dejado como banner en el blog.
Certero y conciso. Ante esa mirada del dulce menino, caistes bajo su hechizo. !Me encanto!
ResponderEliminar!Felicidades por tu medalla!
!Abrazo!
Se entiende que lo perdonés.
ResponderEliminarUn abrazo.
El ronroneo es parte de nuestro plan para teneros dominados y así conquistar el mundo.
ResponderEliminarPrrrrrrrrrrrr.
Jajajajaja. Totalmente.
Eliminar¡Saludos!
¡Ah! Qué lindo relato, me ha encantado. Es cierto que te miran con esa carita y ya no importa. Y si te mueven la cola, olvídate, ya cediste XD
ResponderEliminar¡Un abrazo!